¿Con que personaje mitológico pasarías un día de aislamiento?

Gust a Terra

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abril 12, 2020

¿Con que personaje mitológico pasarías un día de aislamiento?

¿Con que personaje mitológico pasarías un día de aislamiento?

Desde Gust a Terra os hemos propuesto un juego para los amantes de las letras, inspirados con el libro de Giovanni Boccaccio “Ell Decameron”.

Cada semana os estamos proponiendo un tema.

Cada semana os estamos proponiendo un tema. Otro de los temas propuestos fue: ¿Con que personaje mitològico pasarías un día de aislamiento?

Poco a poco vamos recibiendo algunos escritos, tanto en catalán como en español y eso nos permite hacer un post distinto en cada lengua.

En castellano, hemos escogido el de Eva, una madrileña adoptada en él Penedès donde ha montado su empresa Penedès lovers. Descubramos con que personaje mitològico pasaría un dia de aislamiento

Os dejamos la transcripción del relato, agradeciendo muchísimo la participación.

Un día con Deméter, diosa de la agricultura

Las gotas de lluvia golpean frenéticamente los cristales de mis ventanas. Un fuerte viento sopla hoy en el Penedès.

Llevo 21 días de confinamiento a causa del COVID-19. Pero, en mi caso, lo llevo serenamente. Por suerte vivo en una casa rodeada de jardines, de casitas con huertas y del precioso paisaje del Penedès. Eso, me hace sentir afortunada y enormemente agradecida.

Miro por la ventana, me entretengo observando las plantas, las flores y los árboles. Sonrio, a pesar del día gris ante el magnífico baile que interpretan junto al viento. Incluso, noto como la tierra sonríe por la lluvia de finales de marzo, un preciado tesoro para los agricultores del territorio.

Hace días que no salgo a pasear, que no puedo apreciar los cambios producidos en los infinitos mares de viñas que rodean mi casa. Imagino que en su inmensa mayoría ya se aprecian los primeros brotes verdes, las primeras yemas.

La madre tierra sigue su curso aunque el ser humano esté confinado, menuda lección nos está dando. Hemos dejado de ser, durante unos días, el ombligo del mundo.

De repente, sin saber cómo, una silueta femenina aparece en medio del paisaje que aprecio desde mi ventana. Su imagen me resulta atractiva, serena, cercana, a la vez que muy familiar. Atónita, restriego mis ojos con las manos ¡No puede ser! el confinamiento me hace ver visiones…

La imagen me susurra, ¡tranquila Eva, me conoces bien! ¡No tengas miedo! Sin darme apenas cuenta, está sentada mi lado, en casa, y no puedo más que sonreír. Es cierto, somos viejas amigas.

Deméter, ha decidido pasar este día de confinamiento a mi lado, sabe de mi amor por la madre naturaleza y, sobre todo, por mi querido Penedès.

Desde hace poco, la imagen de su rostro representa a la Denominación de Origen de este tierra, el Gran Penedès, un territorio que me acoge desde hace 20 años.

El busto fue encontrado en las excavaciones realizadas en el yacimiento de Font de la Canya en la localidad de Avinyonet del Penedès. Tuve oportunidad de verlo cuando visité el Centro de Interpretación Vinífera, y desde entonces, le puse cara a una de mis diosas favoritas.

Protectora de los campos y de las cosechas, Deméter es la diosa griega de la agricultura, fertilizadora de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio.

También es venerada como portadora de las estaciones. Precisamente, hace poco hemos entrado en la primavera, un acontecimiento olvidado por estos días de autoencierro obligado.

Pero todo esto se olvida junto a Deméter, tenerla al lado es un regalo. Siento junto a ella una sensación de esperanza, de que todo va a ir bien. Su calma presencia y su entrañable figura consiguen transmitir serenidad, bondad, amor y optimismo.

Una serie de sentimientos olvidados muy a menudo por el ser humano, pero que parecen rebrotar, como las yemas de los viñedos, en estos días de desesperanza.

La visita de Deméter ha sido el mejor regalo de este día de confinamiento. Ha sido un día de relax, de olvidarme de impuestos, de mi pena como autónoma, de mi tocada empresa de enoturismo. E incluso, por unas horas, he dejado de escribir.

Cae la tarde, y poco a poco, unos tímidos rayos de sol iluminan este día gris. Cuando tocan el cuerpo de Deméter, un resplandeciente color dorado ilumina la estancia.

Ambas sonreímos, la madre naturaleza, sigue su curso, esté el ser humano confinado o no. ¡Siempre será así!

Tras su marcha, unas copas de vino vacías son el recuerdo vivo de su presencia física. Sé, que su halo divino seguirá protegiendo cada rincón de nuestra Denominación de Origen. El Penedès está en buenas manos, y yo, ¡tan contenta!